Timmy Turner es un niño normal al que nadie entiende, poco
popular y a veces molestado por sus compañeros. Sus padres le
prestan poca atención (aunque lo quieren mucho, pues es su
único hijo), y como están muy ocupados siempre le dejan al
cuidado de Vicky, la niñera malvada, quien trata a Timmy como un
esclavo.
Es allí donde intervienen Cosmo y Wanda, los recién asignados
padrinos mágicos de Timmy. Los padrinos mágicos son seres
mágicos que se le asignan a los niños que no llevan una vida
feliz. En cada episodio le conceden un deseo distinto, sin
embargo muchos deseos que Timmy llega a pedir lo llevan a
empeorar una situación que parecía mala al principio y a menudo
aprende de los errores.